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    No sé cuántos años tiene mi nuera pequeña este año, incluso, no sé cómo se llama, sólo recuerdo la primera vez que me encontré con ella, que fue cuando la oí tomando un baño, y en ese momento, ella me había maldecido como un hooligan en la ira.

    Más tarde, no sé porque me asomé a la costumbre, o sé que estoy en el pueblo del matón prestigio, ella no me gritó pícaro, sólo cada vez que me vio, ella se sonrojará, que me había dejado perplejo, y entonces pienso que debe ser mi guapo y convincente fascinado ella, después de todo, su marido pequeña cabeza calva tan feo ……

    Guié a los dos bollitos, con sus cabecitas calvas, hacia la casa.

    La explicación de la nuera no estaba equivocada, efectivamente había gasolina colocada sobre la escalera, y la cantidad era bastante, en cuanto me acerqué, un mazo rompió inmediatamente el precinto del bidón de gasolina, y luego roció la gasolina sobre los cuerpos de aquellos bollos.

    Pero cuando estaba esparciendo gasolina, uno de los bollos me mordió en el hombro y me arrancó inmediatamente un trozo de carne a mordiscos, casi haciéndome desmayar del dolor.

    Golpeé con el mazo en la cabeza de la bola de masa y le dije que se abriera la cabeza en el acto.

    La gasolina se derramó accidentalmente por todo el suelo y me apresuré a buscar un mechero, pero después de tantear el interior, me quedé helado y no pude encontrar nada con lo que encenderla.

    Finalmente, vi una cacofonía de ruido procedente del exterior de la casa, seguida de numerosas llamas que ardían desde fuera.

    Miré por la ventana y apenas conseguí escupir una bocanada de sangre de rabia.

    Sólo para ver que detrás de la valla, fuera de la casa, varios aldeanos gritaban quemar las albóndigas mientras prendían fuego a esas ropas y las arrojaban dentro.

    Subconscientemente pensé que era la pequeña nuera se quejó, pero una mirada más cercana, se encontró que la pequeña nuera está llorando en la súplica a los aldeanos no tirar el fuego, pero sin embargo, nada útil, los aldeanos son como locos, desesperadamente tirar el fuego, y no les importa si todavía estoy vivo en el interior ……

    En un abrir y cerrar de ojos, el fuego había penetrado desde el exterior, y ese lado de la puerta se llevó la peor parte.

    Lo que es peor, hay un montón de gasolina en el suelo, y cuando el fuego surgió, inmediatamente prendió fuego a esta casa, y las tres cabezas de albóndigas cuyos cuerpos fueron rociados con gasolina por mí se encontraban instantáneamente en un estado de angustia ……

    Las tres bolas de masa se convirtieron en tres bolas de fuego en el acto, tal vez estaban muertas como la carne, inquebrantables por espadas y lanzas; tal vez eran desconsideradas y no sabían lo que era el dolor, pero bajo este fuego, no tuvieron resistencia, y en un abrir y cerrar de ojos, se redujeron a cenizas, y no les quedó ni un pelo.

    Las bolas de masa seguramente morirán, y yo no soy mejor.

    Intenté correr escaleras arriba, pero la gasolina estaba justo encima de la escalera, y el fuego ardía con más intensidad allí, y el lado de la puerta estaba igualmente rodeado por el fuego, y me quedé solo, un hombre grande y vivo, acorralado por el fuego, sin forma de retirarme, sin forma de esconderme ……

    El fuego seguía ardiendo, el humo era tan espeso que me tapé la nariz y sentí como si mi cuerpo se estuviera secando.

    Fuera de la casa, los aldeanos seguían lanzando antorchas, y la nuera pequeña estaba de rodillas suplicando, pero eso no les impidió ……

    Miré la escena fuera de la casa, las comisuras de mis labios se curvaron inexplicablemente en una sonrisa amarga, y sacudí la cabeza, mi conciencia había sido casi borrosa por el humo espeso.

    A veces es así, ayudas a alguien y lo da por hecho.

    Y una vez que se les pide ayuda, siento decir que es el mayor favor que pueden hacer si no caen en saco roto.

    Pero aun así, no me arrepiento de haber vuelto a la aldea para salvarlos, después de todo, es algo que le prometí a la tía Zhao ……

    El fuego seguía ardiendo y toda la casa estaba ya espesa de humo.

    Y justo entonces, la puerta ardiente se abrió de golpe.

    Levanté la vista y vi que era mi nuera menor que entraba corriendo envuelta en una colcha mojada que contrastaba mucho con su menuda figura ……

    «Chen Huafan, no te mueras.»

    Mi nuera más joven se precipitó hacia mí sin dudarlo, cubierta por el edredón, y luego me cubrió también con el edredón, pero para entonces hacía tiempo que me había atragantado con una bocanada de aire.

    Aquella nuera vio esto y, tras dudar un momento, de repente respiró hondo y exhaló directamente en mi boca …….

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